HABITACIONES CONFORTABLES. Abajo al final del tortuoso camino y alrededor de la plaza.
"Vamos a preguntárselo a Balbus", dijo Hugh. "De acuerdo", dijo Lambert.
"Él puede adivinarlo", dijo Hugh. "¡Ya lo creo!", dijo Lambert.
No necesitaban decir nada más. Los dos hermanos se entendían a la perfección.